Alimentando tu flora intestinal: Probióticos vs Prebióticos

Escrito por: Ane Muguerza

Lic. Nutrición y Ciencias de los Alimentos

Anteriormente hablamos acerca de la microbiota intestinal, sus características, la función que cumple en nuestro cuerpo así como la importancia de ésta para mantener una salud óptima. Ahora, hablemos sobre que hábitos adoptar y cuales alimentos incluir en nuestra dieta para mantener un equilibrio de la flora intestinal.
Para mantener este balance, se han descrito múltiples beneficios al incorporar en nuestra alimentación los siguientes alimentos: Prebióticos y Probióticos. Los alimentos prebióticos, tienen como función ayudar a que crezcan las bacterias intestinales benéficas dándoles el sustrato o alimento que necesitan y por otro lado, los ahora famosos probióticos. Aunque sus nombres suenan parecido, las funciones que tienen son diferentes. Aquí les explicamos algunas de ellas:

 

Prebióticos

Probióticos

Cuando hablamos de alimentos prebióticos, nos referimos a alimentos los cuales están conformados por carbohidratos no digeribles compuestos por fibras vegetales especializadas que estimulan el crecimiento de nuestra bacterias beneficiosas en el intestino grueso, específicamente.

Seguramente has escuchado sobre ellos últimamente, son microorganismos vivos de cepas de bacterias específicas, los cuales benefician nuestra salud intestinal directamente equilibrando la microbiota.

Algunos ejemplos son: nopal, espárragos, alcachofas, ajo, cebolla y plátano.

Algunos ejemplos son: son el yogurt con cultivos vivos, Kéfir, Kombucha o Chucrut (col fermentada).

Siempre debemos de tener en cuenta que mientras mas balanceada y variada este nuestra alimentación, más feliz y equilibrada va a estar nuestra microbiota intestinal. Es verdad que una dieta alta en alimentos procesados, azúcar y grasas no saludables como son las grasas saturadas afectan la biodiversidad de bacterias que tenemos y este desequilibrio trae consigo problemas de salud como sobrepeso, obesidad y diabetes. Así que ya sabes, una manera de evitar esto es incluir más vegetales, frutas, legumbres, granos enteros y grasas saludables como son las nueces y semillas en tu dieta; en resumen más comida real, menos comida procesada.

También puedes optar por incluir probióticos en tu día a día, ya sea Kéfir, Kombucha o algún suplemento de probióticos, asegurándote que entre más variedad de cepas y mayor cantidad de UFC (unidades formadoras de colonias), mayor será la calidad y su efecto benéfico.

SmartTip: al momento de buscar tus suplementos procura que tenga todas o la mayoría de estas cepas: Lactobacillus plantarum, Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus brevis, Bifidobacterium lactis y Bifidobacterium longum.

Recuerda eres lo que comes o más exactamente, eres con lo que alimentas a los billones de pequeñas criaturas que viven en tus intestinos 1.

Espero que esta información te sirva. ¡Seguiremos creando contenido y Smartips para ayudarte a tener una salud intestinal óptima

 

Fuentes:
  1. Dr. Gerard E. Mullin. (2016). La Biblia de la Salud Intestinal. Ciudad de México: Penguin Random House.

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